Es uno de los cánceres que más se puede evitar, tomando las precauciones básicas. Debido a que sus signos pueden verse muy precozmente, se puede detectar en una fase muy temprana. El principal factor de riesgo: La exposición a los rayos UV, o rayos del sol.
El sol es bueno para la salud, ya que aporta el cuerpo vitamina D necesaria para una correcta salud. Sin embargo, una exposición de 15 minutos al día nos brinda la cantidad diaria recomendada. El peligro de padecer cáncer de piel viene de las largas exposiciones al sol y el abuso de camas solares, que en algunos países del mundo ya han sido prohibidas.
Para estar alerta:
Vigilar marcas en la piel que han cambiado de color, tamaño o forma, son diferentes del resto, son asimétricas o tienen bordes irregulares, tienen un tamaño superior a 6 mm, de una textura áspera o escamosa, y de varios pigmentos. Pican, sangran, tienen una superficie brillante, parecen una herida pero no cicatrizan.
Para prevenir:
Se recomienda no tomar el sol entre las 12 y las 16 hs. en época de verano. No permanecer bajo el sol durante largos periodos de tiempo, protegerse con cremas solares de alto factor de protección, usar gafas de sol, sombrillas y ropa para protegerse del sol, beber agua con frecuencia para hidratar la piel, moderar o evitar las sesiones de solarium y acudir al dermatólogo ante cualquier signo de alerta.