Más de 10 horas de lucha contra el fuego
El siniestro, que se desató el sábado, movilizó a unos 250 bomberos voluntarios de distintas compañías, quienes trabajaron sin descanso durante más de 10 horas para sofocar las llamas.
El incendio afectó un tinglado que almacenaba cientos de neumáticos, un material altamente inflamable que facilitó la expansión del fuego y generó una densa humareda que aún se puede observar este domingo en la mañana.
El bombero Miguel Ortega, de la compañía de Mariano Roque Alonso, detalló que, a pesar de que aún hay focos activos en el depósito, la situación ya está bajo control y no representa peligro para las viviendas cercanas.
Restablecimiento de equipos y vigilancia permanente
Luego de la ardua labor, los bomberos retornaron a sus respectivos cuarteles para reacondicionar los equipos utilizados y estar preparados ante cualquier otra emergencia. Mientras tanto, las tareas de enfriamiento continúan en el depósito siniestrado, asegurando que no haya riesgos de reactivación del fuego.
El esfuerzo de los voluntarios, sumado a la colaboración de distintas compañías, fue clave para contener un incendio de gran magnitud que pudo haber tenido consecuencias aún más graves.
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