En las últimas semanas varias personas de mi entorno se mostraron indecisos ante la posibilidad de vacunarse contra el covid-19 y eso me lleva a reflexionar sobre algunos aspectos importantes a considerar en esta situación.
El fin de semana, en la Iglesia La Gracia donde soy el Pastor compartí un mensaje enfocado que en nuestra esperanza debe estar alineada a los planes de Dios reconociendo su soberanía y que Él tiene control de todo lo que sucede. En este sentido, sea que me pongan la vacuna o no… ¿por qué he de tener miedo? En mi caso ya me vacune en el mes de mayo en el extranjero y no tuve ningún problema ni efecto colateral.
En mi opinión te dejo unos puntos a considerar:
- Nadie puede obligar a nadie a vacunarse y tenemos que respetar a los que no desean hacerlo.
- Está claro que cada uno muere el día que Dios lo dispone, por covid o por otra situación, en el caso del covid, la vacuna puede ayudar a no pasar días muy tristes en algún hospital.
- Las complicaciones podrían venir por covid o por las vacunas, en ambas situaciones estoy seguro que Dios está en control y todos tenemos que estar conscientes de eso. Paz ante todo.
- Por responsabilidad les motivo a vacunarse y confiar en la medicina y por sobre todo en Dios, pero sino deseas hacerlo te respeto y estoy seguro que también recibirás el cuidado de Dios.
- Por sobre todo, al virus no hay que tenerle miedo, si respeto usando tapabocas y cumpliendo con todos los protocolos.
No pretendo entrar en temas apocalípticos porque no va por ese lado mi posición. Es más bien una reflexión en tiempos donde mucha gente tiene una incertidumbre tremenda ante opiniones divididas.
Mi esperanza está en Dios primero y luego responsablemente hago lo que me aconsejan mis médicos y el consejo fue la vacunación.
Dejá tu comentario