Los niños, por ejemplo, tienen encendida la llama de su motivación. Cuando desean algo nadie ni nada los detiene, Avanzan con determinación y entusiasmo. Si miras detenidamente a un niño jugar, sabrás que hay algo más profundo que los mantiene en movimiento hacia lo que desean.
Uno de los problemas más frecuentes que puedes tener con relación a tu trabajo, es perder de vista tus motivos. Si sólo te mueves detrás del dinero y olvidas la pasión, muy pronto pasará lo siguiente: o dejarás de moverte, o te moverás, pero de forma automática. Dejarás de ser un sujeto para ser un objeto. Por eso, no olvides tus sueños, aquellos que te inspiran, los motivos que te mueven a la acción.
Incluso cuando el ánimo no acompaña, seguir trabajando teniendo los motivos claros, ayuda a que el ánimo regrese y se alinee a las convicciones; ya que ánimo y motivación no son lo mismo.
Si pasas por momentos sin motivación, hay algunos consejos que te pueden ayudar:
- Recuerda que es normal que la motivación varía en intensidad. No todo el tiempo estarás a full.
- Rodéate de personas que persigan sueños, que planifican y trabajan por alcanzarlos.
- Revisa tus motivos, aquello que nutren tu fuego interior. “Cuando pienses en rendirte recuerda la razón por la que empezaste”
- Inicia algo nuevo, un reto, algo que te desafíe para salir de tu zona de confort. Esto significa ser valiente y dar un paso en un territorio desconocido pero que llegará a ser una exploración asombrosa.
- Desglosar tus metas en objetivos más pequeños. Es poner paradas intermedias, en un viaje largo. Las paradas no son para quedarte a vivir allí, sino para celebrar cada paso hacia adelante.
- Realiza una lista de tus tareas logradas, haz un checklist, pero de tareas hechas junto con una lista de tareas pendientes, te ayudara a visualizar lo que ya has logrado. Esto anima.
- Da un paso a la vez. Ve el cuadro completo puede ser muy motivador, aunque también puede intimidar. Cuando te encuentres en momentos donde consideras que sientes dificultades para continuar, concéntrate en el siguiente paso.
- Incluye en tu agenda algo divertido. Una cena con amigos, un partido de fútbol, una caminata por el parque, una película cómica. Disfruta de algo que tal vez no te estabas permitiendo, algo sano y revitalizante. Tu agenda no debería ser sólo para compromisos “serios”.
Es tan importante tomar de los recursos internos, como también disponer de los externos, algunos de ellos son; los buenos amigos, las amistades que suman valor, visitar a un mentor, solicitar ayuda a un coach.
Además de los recursos internos y externos, están los recursos que vienen del cielo. Uno de ellos es el aliento divino, es la fuerza que Dios te quiere dar, la confianza que te quiere inspirar.
En Dios puedes encontrar una fuente de ánimo y valor que nunca se acaban y que tienen el potencial de transformar la tristeza en alegría.
Isaías 40:31. (NVI)
Pero los que confían en el SEÑOR, renovarán sus fuerzas; volarán como las águilas: correrán y no se fatigarán, caminarán y no se cansarán.
“Si algún día recibes una invitación del desánimo, dile que ya tienes compromiso con la motivación”
Por: Omar Parma, Pastor Principal de la Iglesia Raíces Hermanos Menonitas. De su libro: Repensar, 1 Ed. diciembre 2017. omar.parma@hotmail.com
Dejá tu comentario