Con Gustavo Alfaro al mando, Paraguay no solo ha recuperado identidad y competitividad, sino también una marca que la acerca al podio de los grandes logros del fútbol sudamericano. Este martes, en el imponente estadio Neo Química Arena de Sao Paulo, buscará mantener el invicto que sostiene desde la llegada del entrenador argentino.
Son 9 partidos sin conocer la derrota: cinco victorias como local y cuatro empates como visitante. La última alegría llegó el pasado jueves, cuando Paraguay superó con autoridad a Uruguay en el Defensores del Chaco, lo que permitió a Alfaro igualar una marca que parecía lejana: la de Paulo César Carpegiani, quien dirigió a una invicta Albirroja en 9 partidos rumbo al Mundial de Francia 1998.
Si Paraguay consigue al menos un empate ante Brasil, se convertirá en la quinta selección en la historia de las Eliminatorias Sudamericanas en alcanzar una racha de 10 partidos sin perder, sumándose a un exclusivo grupo conformado por Argentina, Brasil, Colombia y Uruguay.
El reto no es sencillo. Brasil nunca perdió en el Neo Química Arena jugando como selección. Aun así, Paraguay llega fortalecido, decidido a hacer historia, con un grupo que cree y un entrenador que ha sabido devolverle al equipo su hambre de gloria.
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