Blas Riveros, de 27 años, vuelve al fútbol paraguayo luego de una década de experiencia en el exterior. Lo que pocos imaginaban es que su retorno sería con la camiseta del archirrival del club que lo vio nacer. El lateral izquierdo, que debutó en la Primera División con Olimpia en 2015 y fue parte del equipo campeón del Clausura de ese año, fue confirmado esta semana como nuevo jugador de Cerro Porteño, el clásico rival.
Su carrera tomó vuelo internacional en 2016 con su traspaso al Basilea de Suiza, donde firmó por cinco años. Posteriormente, pasó al Brondby IF de Dinamarca y luego a Talleres de Córdoba, en Argentina. Ahora, tras casi una década, Blas regresa al país, pero no al Decano: se instala en Barrio Obrero para defender los colores del Ciclón.
Este movimiento genera ruido no solo por la rivalidad vigente, sino también porque alimenta una historia cargada de tensión, protagonizada por otros jugadores que cruzaron la vereda. Casos como los de Pablo Rojas (1968), Severiano “Taladro” Irala (1973), Mario Ricardo Berón (1976) y el emblemático Hugo Ricardo Talavera, que fue líder y capitán en ambos equipos.
Más cerca en el tiempo, nombres como Guido Alvarenga, Carlos Gamarra, Pablo Zeballos, Diego Barreto, Robson Retamoso y el polémico Rafael “Rafagol” Bobadilla, este último fue parte del histórico hexacampeonato de Olimpia (1978-1983), ganando la Copa Libertadores en 1979 y la Copa Intercontinental en el mismo año. Todos estos protagonistas encendieron la rivalidad al vestir ambas camisetas.
Blas Riveros, con su pasado en Olimpia y presente en Cerro, se convierte en el nuevo actor de una saga que nunca pasa desapercibida.
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