El estudio indica que más de la mitad de los 44 millones de jóvenes de 15 a 24 años que viven en el Cono Sur (Argentina, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay) enfrentan desafíos como el desempleo, la informalidad, la pobreza, o no están involucrados en actividades educativas ni laborales (son “NiNis”, ni estudian ni trabajan).
Agrega que de los 44 millones, 18 millones están ocupados en el mercado laboral (12 millones trabajan exclusivamente y 6 millones trabajan y estudian), 17 millones se dedican exclusivamente a estudiar y 9 millones ni estudian ni trabajan (casi 21 millones no asisten al sistema educativo).
Señala asimismo que el desempleo afecta a 5 millones de jóvenes, la informalidad a 9 millones y el subempleo a 2 millones. Además, más de 8,5 millones de jóvenes viven en hogares pobres con ingresos por debajo de US$ 5 per cápita por día (PPA 2011). Dice que los jóvenes del Cono Sur enfrentan mayores brechas socioeconómicas que los jóvenes de otras regiones, lo que subraya la necesidad de políticas pro equidad.
Añade que la desigualdad entre jóvenes se manifiesta en múltiples dimensiones, desde el acceso desigual a recursos educativos y oportunidades laborales hasta diferencias marcadas en las condiciones de vida y la exposición a riesgos sociales.
“BARRERAS SISTEMÁTICAS”
El documento señala que los jóvenes de contextos desfavorecidos enfrentan barreras sistemáticas que restringen su acceso a una educación de calidad, ampliando así una brecha que se ensancha cada vez más en comparación con sus pares de estratos de mayores ingresos. “Esta disparidad no sólo perpetúa la desigualdad de oportunidades, sino que también refuerza los ciclos de pobreza y exclusión”, expresa.
En ese sentido, manifiesta que en el Cono Sur la “segregación socioeconómica” se traduce en desigualdades educativas y laborales significativas que afectan la capacidad de los jóvenes para alcanzar su potencial y mejorar sus condiciones de vida. “Esta realidad subraya la necesidad urgente de políticas que aborden de manera integral las disparidades y promuevan un entorno más equitativo para todos los jóvenes de la región”, resalta.
Agrega que, a pesar de los grandes avances realizados en el acceso a la educación, el Cono Sur se encuentra rezagado en calidad y equidad, con altas tasas de abandono y repetición y bajos logros en competencias básicas. Sostiene que actualmente hay más estudiantes accediendo a la educación que en el pasado y que en el resto de la región, aunque la cobertura sigue siendo inferior al promedio de la OCDE.
Dice asimismo que la tasa de cobertura neta del segundo ciclo de secundaria en el Cono Sur ha aumentado, alcanzando en promedio el 89% en 2021-22. A pesar de ello, la tasa de terminación de la educación secundaria en los jóvenes de entre 21 y 23 años es en promedio de sólo el 71%. Las tasas de abandono antes de completar la secundaria y la repetición son elevadas, especialmente en Uruguay y Paraguay.
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