Durante su presentación, el ingeniero Raúl Silva compartió datos de la Agencia Internacional de Energía, con sede en París, que incluyen mapas del potencial de reservas mundiales de gas natural, en especial el shale gas. “Pese a que se ha demonizado el gas natural, es la fuente energética más amigable con el medioambiente y su impacto es mínimo”, explicó.
Con base en estos datos, subrayó que el 100% del territorio paraguayo posee gas natural, con especial atención en el Chaco, región clave por su creciente desarrollo. Sin embargo, la situación actual es dramática: producción nacional de hidrocarburos, cero. “Nuestros tres vecinos —Argentina, Brasil y Bolivia— producen y consumen gas natural. Nosotros seguimos mirando desde afuera. Hace falta decisión política”, insistió.
El especialista recordó que Paraguay cuenta con una legislación adecuada —la Ley de Hidrocarburos Nº 779/95— que permite la exploración y explotación del recurso. A pesar de ello, el catastro a cargo del Viceministerio de Minas y Energía refleja una situación de parálisis: numerosos bloques asignados para exploración en el Chaco y otras regiones del país siguen sin avances concretos.
Entre las pocas empresas que realmente invirtieron y perforaron, mencionó a Primo Cano Martínez, President Energy y Zeus OI S.A. “La mayoría de las demás compañías ni siquiera son petroleras reconocidas; muchas se dedican a la especulación, no a la exploración”, advirtió.
Uno de los ejemplos más graves citados fue el retiro de la concesión a Primo Cano Martínez —la única empresa que llegó a producir gas natural en Paraguay— por una decisión basada en criterios ambientales. “En consecuencia, hoy Bahía Negra se alumbra con gasolina. Un ‘regalo’ al medioambiente gracias a los que bloquearon el proyecto”, ironizó. La empresa incluso perdió su reclamo ante la Corte Suprema.
En contraste, mencionó a YPF (Argentina), Petrobras (Brasil) y YPFB (Bolivia) como ejemplos de empresas estatales exitosas, que controlan desde la exploración hasta la comercialización de hidrocarburos. “Petropar tiene autorización legal para explorar y explotar hidrocarburos, pero no lo hace”, sostuvo.
A nivel global, recordó que el 85% del consumo energético mundial aún proviene de combustibles fósiles. “Aunque estén demonizados, son la realidad actual. El mundo se mueve con ellos. Nosotros, ni eso”, dijo.
El especialista propuso avanzar más allá del diagnóstico y tomar decisiones: desarrollar infraestructura, realizar estudios serios, revisar marcos legales y atraer empresas con capacidad real de inversión. “La geología no tiene fronteras. Nuestros vecinos son productores, nosotros no. Algo estamos haciendo muy mal”, sentenció.
LEGISLACIÓN LIMITANTE Y EXCESIVA ADJUDICACION TERRITORIAL
Llamó también a revisar la ley que declara a Médanos del Chaco como reserva, pues impide avanzar en zonas donde ya se confirmó la existencia de gas. Además, propuso reducir la cantidad de hectáreas adjudicadas por empresa y sustituir a quienes no cumplen sus compromisos. “No se puede entregar 700 mil, 800 mil o un millón de hectáreas a una sola empresa. Petropar tiene cuatro millones. Eso debería cambiar”, reclamó.
Finalmente, instó a promover la cooperación regional. “Argentina, Bolivia y Brasil tienen experiencia, técnicos y empresas especializados. Podemos aprender de ellos. Podemos producir gas, generar energía, fabricar y vender urea. No hace falta ir lejos”, enfatizó.
Cerró su intervención con una exhortación clara: “Dejemos de preocuparnos y comencemos a ocuparnos. El desarrollo energético del país es tarea de todos: Gobierno, empresas privadas, instituciones públicas y ciudadanía. Ya es hora de hacer lo que nos corresponde”.
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