Filadelfia, RCC.- La Guerra de la Triple Alianza fue un conflicto que se desarrolló entre 1864 y 1870. Involucró a Brasil, Argentina y Uruguay, constituyendo el pacto homónimo, contra Paraguay. La lucha supuso enormes pérdidas para este último, tanto en territorio como en población.
Francisco Solano López, presidente de Paraguay, pensó que podían ganar, pero la guerra pareciera ser en su contra. El 24 de mayo de 1866 fue la Batalla de Tuyutí, el combate más sangriento de la historia del subcontinente. La mayoría de los soldados paraguayos perecieron en horas.
La desigualdad entre el número de combatientes propició una leva en toda la población superviviente, es decir, ancianos, mujeres y niños. Contando únicamente con 600 soldados profesionales, 3.500 menores se encaminaron al enfrentamiento comandados por Bernardino Caballero.
El 16 de agosto de 1869 se sucedió la Batalla de Acosta Ñu o Campo Grande. En clara inferioridad numérica, el combate duró apenas ocho horas. Con una crueldad pocas veces vista, el ejército brasileño degolló a soldados y niños sin ningún tipo de miramiento.
La lucha terminó con un saldo de 50 víctimas de la Triple Alianza y más de 3.200 paraguayos. Los menores fueron sacrificios inocentes e injustificados de un conflicto que estaba perdido desde su inicio.
Paraguay recuerda, más que celebra, la valentía de sus niños, rememorando un heroísmo que nunca debió y ni debe volver a suceder.
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