Filadelfia, RCC.- El mes de setiembre trae consigo a la primavera, el florecer de lapachos y el de una abundancia de flora en el Chaco Paraguayo, pero también se suma el fin de la hibernación de reptiles peligrosos para el humano, con víboras como la de cascabel, la coral o el afamado yarará, serpientes ponzoñosas comunes de la región chaqueña.
Por ello, consultamos con el doctor Iván Vera, director del Puesto de Salud Amistad de Filadelfia para conocer qué hacer en esos casos: “Si escuchas un sonido de cascabeleo, mejor correr que quedarse sentado”, enfatizó.
Las recomendaciones en caso de sufrir una mordedura de víboras venenosas son claras:
- De ser posible, capturar a la serpiente, para tener la referencia del tipo de toxina adquirida y posteriormente facilitar la identificación del antídoto que corresponda para ser aplicado. (Antitetánica, antibióticos, curación de la herida, etc)
- Higienizar la herida inmediatamente.
- Asistir rápidamente al hospital más cercano, teniendo en cuenta que cuanto más se tarda mayor es el riesgo y cuanto más cerca de los órganos vitales se da la mordida, mayores pueden ser las secuelas ocasionadas a la salud.
- Anotar la hora de la mordida también es un dato que ayuda al personal de la salud así como encerrar en un círculo (con algún marcador) el área de mordedura, para tomar como referencia, el avance del veneno en el sistema inmunológico.
“La otra cosa que se utiliza y se utilizó mucho en Ecuador por ejemplo, es el uso del electroshock, si tenés un vehículo o incluso con una moto que tenga batería, conectas un cable a la batería a los dos polos y te haces un piqueteado, cuatro, cinco toques, cerca del área de la lesión y eso tiene la capacidad de deshomogeneizar la molécula de veneno”, comentó.
Las precauciones
- En caso de ir de cacería utilizar botas de cuero que lleguen hasta las rodillas.
- No tomar los ofidios (serpientes) con las manos ya que se corre el riesgo de sufrir una mordedura.
- Tener mucho cuidado al mover troncos, madera vieja o cualquier objeto húmedo o seco, que haya estado por más de tres meses en un mismo lugar.
“El ofidio no ataca solo cuando se siente agredido, ataca también cuando necesita comer”, agregó el Dr. Vera.
Casi todos los lugares son tomados como un hábitat por las serpientes, entre los lugares más comunes se pueden mencionar los pastizales, rocas, pajonales, lugares acuáticos, húmedos, y también las zonas secas.
Además, el Dr. Ivan Vera resaltó la importancia de conservar y no matar los ofidios ponzoñosos (serpientes venenosas). “El ofidio ponzoñoso es un depredador natural de ciertos animales del monte, del campo, que pueden ser peligrosos para la salud de las personas, por ejemplo, roedores que portan el hantavirus, esa cadena alimenticia hay que considerarla como algo importante” finalizó.
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