Edgar Rios Bernal de 36 años de edad nació en el barrio Ricardo Brugada, más conocido como La Chacarita, Asunción. Hace 13 años guarda reclusión, primero en Tacumbú y ahora en Concepción por un crimen que cometió en el año 2008 y por el cual fue sentenciado a 24 años de prisión, su apodo en el mundo de la delincuencia era «Capurro’i».
«Cometí un grave error ante los ojos de Dios, fue un homicidio doloso, maté al propietario de una vivienda queriendo robar sus pertenencias de valor, lo que me inculcó a cometer el pecado fue la necesidad que estaba atravesando y también el amor por el dinero, fue cuando tenía 21 o 22 años», narró durante el programa Libre tras las rejas.
Libre tras las rejas es un programa de la RCC y FundaJoven que busca rescatar reportajes, testimonios e historias de vida de personas privadas de libertad que guardan reclusión en las principales cárceles de Paraguay.
Uno de los impactantes testimonios fue el de Edgar Bernal. Mencionó que cuando cometió el crimen por el cual está preso mantenía una vida muy desordenada y caótica, «era una vida similar a la que muchos jóvenes actualmente están teniendo afuera, es una pena vivir así porque se cometen errores, veo que tantas cosas malas ocurren afuera, muchos jóvenes que están desperdiciando su vida y probablemente caerán en el mismo error que yo caí», lamentó.
Bernal mencionó que su niñez y adolescencia fue relativamente buena, donde sus padres le inculcaron valores. Sin embargo, cuando era joven experimentó el fallecimiento de su hermano, lo que segó su vida en la ira, rencor y deseo de venganza. Es así que fue ingresando poco a poco en el mundo de la delincuencia, sin miedo a perder nada.
«El espíritu de venganza tomó control de mi vida y de mi corazón, mi deseo era que me metan en la cárcel y una vez que lo logre iba a tomar venganza con mis propias manos contra el hombre que mató a mi hermano», reveló.
En 2010 Edgar Ríos Bernal fue condenado a 24 años de prisión tras ser hallado culpable por el asesinato de Damián Amado Ferreira de 52 años de edad, quien recibió un disparo de arma de fuego que le impactó en el tórax, fue durante un intento de robo en su domicilio particular.
«Cuando me ingresan a la penitenciaría no tuve oportunidad de concretar mi plan, vine y me encontré con un Dios todopoderoso dentro de la penitenciaría, conocí al Señor gracias a que me ingresaron en un programa social de reinserción, escuchaba atentamente las prédicas, la palabra de Dios y cambió mi vida, entendí que nosotros no podemos acabar con la vida de las personas, que solo es Dios quien da y quita la vida, es un pecado matar», relató.
Para conocer mejor este y otros testimonios de vida, puede ver el siguiente programa de Libre Tras la rejas, disponible en nuestro canal de YouTube:
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