Filadelfia-RCC: Tradicionalmente, febrero marca el mes del amor y la amistad. En realidad, durante todo el año deberíamos expresar cariño y afecto a nuestra pareja y a nuestras amistades.
En una frase el escritor argentino Jorge Bucay refiere “ Amar es la desinteresada tarea de construir espacios para que el otro sea quien es”.
“Te amo no solo por quien eres, sino por quien soy cuando estoy contigo”, Gabriel Garcia-Marquez.
Estos celebres de la literatura nos invitan a reflexionar sobre lo que conlleva dar y recibir amor, en todas las facetas de la vida.
Cuando pensamos en amor es fácil pensar en los buenos sentimientos. Pero el verdadero amor no depende de los sentimientos. Se trata de algo mucho más que lo que siento por alguien, un amor romántico, un miembro de mi familia, un amigo, un compañero de trabajo. A menudo se da y se recibe amor con la intención de que «YO» reciba algo a cambio. Por otra parte nos encontramos con el significado o el valor del «Amor propio».
En este ultimo vemos que es asociado a la autoestima, es algo que lleva toda la carga emocional positiva vinculada a nuestro auto-concepto. El amor propio puede ser tan importante que nos llevará a cambiar radicalmente nuestros objetivos a corto, medio y largo plazo. Por eso es necesario detenerse a escucharlo y regular bien las emociones que lo median a la hora de proporcionarnos unas “gafas” con las que nos juzgamos a nosotros mismos.
«Si deseas el amor verdadero, primero aprende a amarte»
Es decir, solo si nos queremos y nos valoramos podremos forjar una unión vigorosa que no someta y que no sea sometida.
¿Qué dice la Biblia sobre el amor?
“Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor.” 1 Corintios 13:13.
El amor es lo que atrae y acerca a la gente. La bondad, la compasión, la mansedumbre de corazón, la paciencia, el entendimiento.
Finalmente elevamos el sentimiento de agradecimiento cuando comprendemos que nuestro amor a Dios no es mayor que nuestro amor por nuestros semejantes y cada día recordamos que el no cambia según las circunstancias. Está firmemente arraigado.
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