Nuestro interlocutor está vinculado activamente a la exploración energética en la zona, tanto de petróleo como de gas. En ese sentido, explica que lleva más de un año trabajando con un equipo de geocientíficos, expertos en la evaluación de yacimientos, formaciones y reservas.
Dijo que el grupo ha realizado estudios que apuntan a la existencia concreta de estos recursos naturales, aunque aclara que demostrarlo requiere avanzar a la etapa de perforaciones exploratorias, y posteriormente, con el material en superficie, iniciar los procesos de cuantificación y certificación de reservas. “La reserva probada se determina cuando ya se tiene el gas o petróleo en superficie; mientras que con la prognosis se establece la reserva probable. Es un proceso que requiere varias etapas”, detalló.
DESIDIA DE PETROPAR
En este contexto, apunta a la desidia e inacción del Estado paraguayo, señalando que Petróleos Paraguayos (PETROPAR), que dispone de seis bloques concesionados desde hace años, no ha iniciado trabajos concretos. Rememoró que desde el 2021 tiene su “famosa estrategia” para buscar inversionistas, la denominada Ronda Abierta. “Hasta la fecha nada han captado, más bien ahuyentan (a los potenciales inversionistas), porque está mal direccionada”, aseveró.
ACCIONES INMEDIATAS
Frente a esto, propone dos caminos inmediatos para comenzar a activar el potencial de la región: 1- Evaluar algún bloque específico, mediante la revisión de la información existente y trabajos técnicos de bajo costo. 2- Convocar a un grupo de geocientíficos para que analicen los seis bloques de PETROPAR, y que elaboren un informe integral. “Con ese informe –explica- se puede confeccionar un informe técnico que sirva como herramienta para atraer inversionistas reales y recién allí se los puede captar”.
Añadió que no hay otra forma de hacerlo. “Yo estoy enfocado en eso, estoy día a día con este tema del gas y del petróleo en el Chaco”, finalizó el especialista, mostrando una firme convicción y compromiso con el desarrollo energético de la región.
PROPUESTA DE LA UIP
Para hacer frente a un eventual “apagón energético” (cuyo proceso comenzaría a partir del 2030, el informe del Centro de Estudios Económicos de la Unión Industrial Paraguaya (CEE-UIP) concluye, precisamente, que la mejor opción para hacerle frente es aprovechar el futuro gasoducto que saldrá de Argentina, atravesará el Chaco paraguayo para llegar al Brasil. A esta posibilidad, según el gremio, se puede sumar una eventual producción local en el Chaco paraguayo.
El documento desestima como alternativas la construcción de nuevas centrales hidroeléctricas (por los plazos y costos económicos y ambientales que implican) y también la solar y eólica, por capacidad de producción y falta de estudios.
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