El presidente del BCP, Carlos Carvallo Spalding, informó que la economía nacional cerraría el 2025 con un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) DEL 6%, superando las estimaciones iniciales. Para el 2026, la proyección apunta a una expansión del 4,2%, con una inflación que se mantendría bajo control y alineada a la meta del 3,5%.
El PIB es el valor monetario total de todos los bienes y servicios finales producidos dentro de las fronteras de un país durante un período específico, generalmente un trimestre o un año, y es el indicador clave para medir el tamaño y la salud económica de una nación, reflejando su riqueza generada. Se calcula sumando el valor de lo que consumen los hogares (C), lo que invierten las empresas (I), el gasto público (G) y las exportaciones netas (X-M).
Carvallo destacó que estos números reflejan la fortaleza y la capacidad de adaptación de la economía paraguaya en un contexto internacional marcado por la incertidumbre. Señaló que todos los sectores están aportando al crecimiento y que, de cara al próximo año, Paraguay volvería a ubicarse entre los países con mayor dinamismo económico de la región, impulsado por los servicios, la industria, la construcción y una demanda interna más activa.
En cuanto a la inflación, el titular del BCP explicó que para este año se ajustó la proyección al 3,6%, mientras que para 2026 se espera una convergencia gradual al 3,5%, lo que confirma el compromiso del Banco Central con la estabilidad de precios.
Durante su exposición, Carvallo también resaltó avances clave que marcaron la evolución reciente de la economía, como la obtención del grado de inversión, la reducción de la meta de inflación, la Ley del Sistema de Pagos (SIPAP) y la nueva Ley del Mercado de Valores. Según afirmó, estas reformas fortalecen la institucionalidad económica y consolidan a Paraguay como un país confiable y estable.
Por su parte, el ministro de Economía y Finanzas, Carlos Fernández Valdovinos, puso el foco en la diversificación de la economía y en el impacto positivo de la estabilidad macroeconómica en la calidad de vida de la población. En el plano fiscal, aseguró que el Gobierno seguirá fortaleciendo los recursos para áreas estratégicas y confirmó que en 2026 el Presupuesto General de la Nación volverá a ajustarse al límite de déficit del 1,5% del PIB, conforme a la Ley de Responsabilidad Fiscal.
El encuentro contó además con la participación del vicepresidente ejecutivo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Jordan Schwartz, quien presentó un análisis regional y advirtió que, si bien algunos países han logrado controlar la inflación, otros aún enfrentan presiones persistentes.
En ese contexto, remarcó la importancia de acelerar reformas estructurales que permitan aumentar la productividad, aprovechar oportunidades en comercio, inversión y transición energética, y reducir la dependencia de factores externos para lograr un crecimiento más sostenible.














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