Desde el arranque Francisco “Chiqui” Arce optó por la dupla de Fernando Romero y Marcelo Moreno Martins en ataque, sin embargo, ambos tuvieron dificultad para generar peligro en ofensiva y no pudieron complicar a los defensores rivales, por lo que el mayor rendimiento del “Ciclón” estuvo en zona defensiva.
Lo más extraño en Cerro Porteño pasó por no aprovechar el viento a favor durante todo el primer tiempo, a pesar de llegar aproximarse al arco rival, no intentó rematar al arco defendido por Kevin Dawson. Por su parte, Peñarol tampoco tuvo claridad en ataque, con la obligación de conseguir la victoria y el eje del equipo fue Walter Gargano, se encargó de asistir a Ignacio Laquintana y al delantero Agustín Álvarez.
En el segundo tiempo, el entrenador José Mauricio Larriera ingresó al campo al delantero Lucas Viatri en lugar de Ignacio Laquintana, la idea principal de Carbonero fue mandar centros al área para incomodar la defensa del Ciclón. En uno de esos balones cruzados, el lateral Alán Rodríguez erró en el cierre y estiro el brazo desacomodando a Pablo Ceppelini y el árbitro Wilton Sampaio terminó sancionando la pena máxima.
El propio Ceppelini se encargó de la ejecución, él venía de darle el triunfo a Peñarol en sus últimos dos partidos del torneo local justamente con goles desde los doce pasos, sin embargo, esta vez le dio demasiada fuerza a su remate y se terminó mandando la pelota por encima del travesaño. Fue la chance más importante en todo el juego para el conjunto local. En los siguientes minutos, el partido se mantuvo con la misma sintonía, Peñarol buscando el tanto de cualquier manera y Cerro Porteño defendiendo muy bien, virtud que tuvo el equipo de Francisco Arce. El Ciclón supo aguantar hasta el final y rescató un punto que le sirve e independientemente al resultado del juego entre Colón y Olimpia, clasificación se la jugará en la última fecha en el superclásico en La Nueva Olla.
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