La jornada no solo se centró en la distribución de alimentos, sino que también incluyó un obsequio especial para todas las personas, especialmente para los niños presentes en el Comedor. Con la convicción de que el mejor regalo es el AMOR DE JESÚS, se compartió un mensaje de esperanza que tiene el poder de cambiar y transformar vidas.
Como parte de esta noble iniciativa, se entregaron los libros «Yo Amo a la Familia» a cada niño presente, contribuyendo a fortalecer valores positivos y fomentar la importancia de la prevención del abuso sexual infantil.
La solidaridad no conoció límites, ya que la Comunidad Indígena Tavamba’e de Pedro Juan Caballero se convirtió en el epicentro de otro maravilloso encuentro. Tras la olla popular organizada en este sector del departamento, se tuvo la oportunidad de predicar el evangelio tanto a grandes como a pequeños. Este acto representa un compromiso continuo con la difusión de mensajes de esperanza y amor en la comunidad.
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