Fue el primer intento del Ejército boliviano por capturar el estratégico Fortín Nanawa que le abría las posibilidades de avanzar hacia el norte (Arce-Isla Poí) o, en su defecto, avanzar hacia el este para salir al Rio Paraguay a la altura de la ciudad de Concepción.
El 6 de diciembre de 1.932, el General Hans Kundt asumió el mando supremo del Ejército boliviano y por medio de sus directivas reservadas prometió la destrucción total del ejército paraguayo.
El combate comenzó a las 06:00 de la mañana del 20 de enero con un intenso bombardeo de la artillería y aviación boliviana, seguida luego por el avance de la infantería en busca de sus correspondientes objetivos. Al atardecer, los atacantes formaban un semicírculo delante de Nanawa.
El tercer destacamento boliviano, que tenía la misión más difícil (salir de la retaguardia enemiga), se retrasó en su marcha a la batalla por causa de una fuerte lluvia y del posterior enlodamiento de los caminos, este destacamento chocó contra el flanco derecho paraguayo bien fortificado, en una isla del bosque.
Durante los días 20, 21, 22 y 23, los tres destacamentos bolivianos ejercieron una fuerte presión desde los puntos que habían alcanzado pero sin poder penetrar el sistema defensivo paraguayo. La batalla siguió intermitentemente en las jornadas siguientes sin alterar las posiciones alcanzadas por los bolivianos.
Las líneas defensivas paraguayas habían sido bien planificadas con la colaboración de ex oficiales bielorrusos, veteranos de la Primera Guerra Mundial, que se habían establecido en Paraguay después de huir de Rusia y que ahora actuaban como voluntarios en el ejército paraguayo.
Aunque los bolivianos emplearon su fuerza aérea en el papel de apoyo aéreo cercano y contaban con un apoyo fuerte de la artillería, los métodos de ataque frontal del general Kundt no fueron tan exitosos como lo fueron durante la Gran Guerra.
En un punto crítico del ataque, los defensores paraguayos sufrieron una severa escasez de municiones a medida que las fuertes lluvias tornaban los caminos en lodazales intransitables. El General Estigarribia movilizó entonces todos sus aviones (bombarderos, de combate y de transporte) para llevar municiones hacia una pista de aterrizaje escabrosa en Nanawa. Esa pista fue hecha improvisadamente, pero el apoyo aéreo paraguayo fue eficaz y bastó para que los soldados mantuvieran sus posiciones ante la ofensiva boliviana.
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