Filadelfia, RCC.- El proyecto utiliza la metodología del semáforo de eliminación de la pobreza, un programa que ayuda a identificar la situación socioeconómica de las familias y a partir de varios indicadores las mismas pueden trazar metas y armar planes en busca de soluciones para salir adelante, con la filosofía de enseñar a pescar y no regalar el pescado.
Este programa forma parte del portafolio de la Fundación Paraguaya, cuenta con el apoyo de la Asociación Civil Chortitzer Comité y la asistencia técnica de la Dirección de Extensión Agraria del Ministerio de Agricultura.
Gracias a las capacitaciones y herramientas que recibieron las familias, conformaron inclusive comisiones de trabajo, como el comité de producción 12 de noviembre, presidida por la señora Natalia González, quien agradeció todo el apoyo que recibieron desde el inicio del proyecto, hoy día cuenta con una pequeña granja y una hermosa huerta familiar.
El Comité 12 de noviembre está conformado por 14 familias del barrio Primer Intendente y Villa Urunde’y, quienes se preparan para, este sábado 25 de julio, comercializar sus productos frescos del campo en la Primera Feria de Agricultura.
«El proyecto nos dio una gran mano a todas las familias de la zona, nuestra asesora nos visita cada cierto tiempo y nos apoya en lo que necesitamos, yo pude potenciar mi huerta pero otras familias iniciaron de cero y hoy están teniendo sus hortalizas, desde el MAG nos entregan semillas y nos asesoran sobre como cuidar nuestro cultivo», expresó González.
Elena Cabral, asesora del semáforo de eliminación de la pobreza dijo que las familias trabajan en empredimientos de forma silenciosa pero con mucho esfuerzo, «realmente ese es nuestro objetivo, empoderar a las familias, que sean dueñas de su estabilidad económica, de su comunidad, enseñar de que con planificación las metas se pueden superar», indicó.
Pero el proyecto va mucho más allá, también brinda asesoría financiera a las familias, como por ejemplo ahorrar cada guaraní que se tiene e invertirlo en cosas que generen rentabilidad, algo que muchas familias ignoran y siendo pobres igual gastan en cosas improductivas o adquieren productos caros pudiendo comprar cosas más económicas.
Muchas familias a base de su propio compromiso y con un empujón de los impulsores de este proyecto están viviendo paso a paso un futuro mejor, pasando de una economía en rojo a una en amarillo, trabajando para que algún día sea verde.
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