Filadelfia, RCC.- Aquino Picanerai, líder de Campo Loro comentó que la comunidad es bastante grande pero sin muchos ingresos, lo que evita que sea posible el desarrollo constante, una de las deudas históricas tiene que ver con el acceso de agua, hasta la fecha aún no se ha emprendido un sistema de distribución local y solo se valen de cisternas.
Los pobladores en su gran mayoría trabajan de changas o trabajos temporales, «hoy día con la cuarentena y la sequía es mucho más difícil que antes conseguir trabajo, dependemos mucho del clima para trabajar, cuando hay lluvia se tiene que plantar en las huertas, a eso se le suma que casi no hay trabajo cercano, muchos patrones no quieren pagar a sus empleados por el precio que tienen sus ganados, es una cadena de hechos», lamentó Picanerai.
En lo que va de la cuarentena en Campo Loro recibieron solamente en una ocasión víveres de la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN), cada familia recibió entre 15 a 20 kg de provistas por familia que hoy en día ya terminó.
«No estamos tan distintos en realidad desde la fundación, tenemos la misma situación de necesidad, la misma pobreza, las mismas necesidades, no cambia nada para nosotros, solamente se sumaron el Coronavirus y la Sequía eso sí nosotros sentimos, pero todos los proyectos grandes educativos, electrificación y de agua no nos llegan a nosotros», indicó.
Agradeció el acompañamiento que recibieron desde la ASCIM que a pesar de no implementar grandes proyectos si contribuyeron para el desarrollo integral de las familias de la zona. Para Picanerai lo importante sería que las autoridades municipales y de la Gobernación inviertan en proyectos de producción, como tambos, cría de ganado y huertas familiares.
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