“Yo no sé cómo no están presos los fiscalizadores que pusieron sus firmas, aprobando la forma como se enterraron los caños…Yo no sé por qué no están presos. No solamente eso: no les deseo ningún mal, pero robaron al país la ilusión de tener agua”, aseveró el legislador.
Sobre el punto, añadió que a las empresas fiscalizadoras se les contrató, se les pagó por controlar que los proyectistas hagan bien el trabajo; (pero) “no lo hicieron”. “Entonces, ¿por qué firmaron cuando no se hizo bien? Penner señaló que “es buen momento” para tocar de nuevo este tema, y sobre todo un poder judicial que no ha funcionado. La impunidad, creo yo, es el mal mayor que tenemos en el país hoy día”, enfatizó.
En ese sentido, lamentó que esa impunidad lleva a la gente a no temer el incumplimiento de la ley. “No hay presos. Está preso el que robó una gallina, pero no el que robó 100 millones de dólares”, apuntó.
Cabe recordar que la Fiscalización de una obra pública (o privada), sobre todo en un proyecto de esta envergadura, son tanto o más importantes que su misma ejecución. Datos del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) han revelado que por esta “labor” el Consorcio Agua del Chaco recibió un primer pago de G 10.949.528.277 y, posteriormente, un segundo monto de G. 7.000.000.000.
En cuanto a la Fase 2 y 3, correspondiente a la obra construcción de aductoras, centros de distribución y estaciones de bombeo en el Chaco central, se pagó al Consorcio Chaco G. 233.582.989.011. Por su parte, por la fiscalización de las aductoras, el Consorcio Consultech Aethos cobró un total de G. 15.478.727.824.
El control de la construcción de redes de distribución de agua potable en el Chaco central también estuvo a cargo del Consorcio Chaco, por la que recibió G. 48.700.255.173. Finalmente, por la supuesta fiscalización de estas obras “realizadas” en las Fases 2 y 3, el Consorcio Consultech Hydrocontrol recibió la suma de G. 5.364.959.769.
El total abonado por la construcción y fiscalización del Acueducto fue de G. 735.409.782.339, equivalentes a más de US$ 100 millones (que deben calcularse de acuerdo a la cotización de la moneda norteamericana vigente entre 2012 y 2022). Esa cantidad de plata está literalmente enterrada en alrededor de 500 km, desde el comienzo hasta el final del acueducto fallido.
MUCHA DESIDIA Y DESINTERÉS
En cuanto desarrollo del proyecto, que ha afectado a los gobiernos de Federico Franco, Horacio Cartes y Mario Abdo Benítez, recordó que “una buena parte” se hizo mucho antes (Gobierno Fernando Lugo-Federico Franco). Dijo que la elección y las compras de caños se hicieron antes. “Después también hay que reconocer que la empresa (brasileña proveedora) se fundió. Entonces, trajeron restos de caños y algo de la Argentina. Se quedaron mucho tiempo en el sol sin que continúe el trabajo. Dicen que eso afectó. En fin, lo que se hizo no sirve”, afirmó.
Pese a la triste historia, Penner expresó que “quiero mirar para adelante. Yo espero que la justicia haga cuanto antes bien su trabajo. Llámese como se llame, los responsables tienen que indemnizarle al Estado paraguayo, al pueblo paraguayo. Y si no tienen para devolver el dinero, bueno, pues van a tener que sentarse en la cárcel. Es lo que correspondería en cualquier país serio, y el nuestro está encaminado a ser cada vez más serio. Es lo que nos merecemos”, remarcó.














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