El ex alto funcionario advirtió que estos contenidos representan “una distorsión de la sexualidad y no una verdadera educación sexual”, cuestionando su enfoque y la falta de consenso social en torno a su implementación. Recordó que cuando se informó del tema, ordenó que ni siquiera se tenía “hojear” en las escuelas, y que eso “levantó el infierno”.
En ese sentido, citó los conceptos que la ESI manejaba sobre las relaciones sexuales, como por ejemplo, las “que realizan dos o más personas de distinto sexo”. “Espera, no. Ahí estamos hablando de dos o más personas. Cuando somos más de dos, el concepto es que ya hay multitud. Es trío, y si puede haber más, ese ‘más’ no determina cuánto es el límite”, aseveró el exministro durante la presidencia de Mario Abdo Benítez.
Añadió que lo que la ESI pretendió fue instalar desde las escuelas y con menores de edad que la intimidad sexual entre más personas (del mismo o distinto sexo) es “expresar amor, cariño, mutuo, o de experimentar placer nomás”. “Es decir, vamos a probar nomás. Imagínese el concepto en mano de un (profesor) degenerado, que los hay, mientras vos estás en tu casa mamá, papá o trabajando, y con tu nena de 12, 13 años, 9, 10”, afirmó.
Petta aclaró que no generaliza y que honra a los docentes con quienes “trabajó muy bien”, y que estos profesores saben que existe esa enseñanza pervertida. “El coito implica la penetración, ya sea vaginal o anal, según la ESI. Ahí va a venir (el alumno a preguntar): Profe, ese anal yo nunca escuché, ese yo uso para otra cosa, y el profesor tiene que tener todo el bagaje de conocimiento para explicarle. Eso se le quería enseñar a tus hijos, esta distorsión de la sexualidad”, dijo.
De acuerdo a la ESI, la “materia” tenía que ser aprendido primeramente por el profesor, y este luego tiene que encarar al niño y al adolescente con la “enseñanza”. El Dr. Petta manifestó que la diferenciación biológica con la que nacemos está bien clara: hombre y mujer, pero según la ESI eso se puede ir afianzando o “modificando” con la construcción de la “identidad sexual”.
“Es decir, yo puedo ser un hombre (masculino), pero según mi ‘construcción’ soy la ‘batichica’, y aunque el médico haya certificado que vos soy hombre, mi cabeza ‘me dice’ que yo no (lo soy), y que (según) mi construcción es que yo no soy ni uno ni otro”, subrayó.














Dejá tu comentario