Llegás a casa después de un día largo, abrís el merendero buscando algo para picar y… ¡sorpresa! El paquete de galletitas ya está vacío. ¿Cuándo pasó? La respuesta es simple: son Galletitas Hildebrand, y no hay forma de resistirse.
Crujientes, dulces y con ese sabor casero que te transporta a la infancia, estas galletitas vienen en tres versiones que encantan a todos: Coco, Vainilla y Chocolate. Cada una tiene ese “no sé qué” que hace que siempre quieras una más… y después otra, y otra.
Son ideales para acompañar el mate, el café, o simplemente para esos antojos de media tarde. Ya sea en casa, en la oficina o de camino al trabajo, son el snack perfecto para cualquier momento del día.
¿Todavía no las probaste?
Buscá las Galletitas Hildebrand en tu tienda más cercana y descubrí por qué nadie puede comer solo una.
Dejá tu comentario