Con más de 7 meses a cargo del Gobierno Nacional, el presidente Santiago Peña ha insistido mucho en contactos y visitas con nuestros principales vecinos; Brasil y Argentina, como corresponde. Pero el entusiasmo y la expectativa inicial va cediendo lugar a la duda y la sospecha de que los temas concretos con ambos países están más empantanados que encaminados.
La diplomacia, y especialmente el trato con estos nuestros principales vecinos en estos meses ha sufrido de un evidente mal manejo. Desde el supuesto arreglo con el entonces ministro de economía argentino, Sergio Massa, de que se levantaba el peaje que pusieron los argentinos en su tramo de la Hidrovía; hasta la visita la semana pasada a Argentina, ¿ya con la tercera bilateral entre los presidentes Peña y Milei qué resultados arrojaron? Se sigue cobrando el peaje en la Hidrovía, y se sigue debiendo y atrasando en los pagos pendientes de Argentina a Paraguay por la Entidad Binacional Yacyreta.
Con Brasil, las metidas de pata en el trato con las principales autoridades brasileñas, como teniendo un aire de superioridad y de mejor manejo en los números para el cálculo de la tarifa de Itaipu y la Revisión del Anexo C, han generado una crispación con los vecinos nunca antes tan fuerte como para que digan que ya no solo hay disenso… sino que hay “discordia” (palabras textuales del director brasilero de Itaipú). A buen entendedor pocas palabras. Hasta hoy no se tiene ni la Tarifa para este 2024 definida ni acordada, y mucho menos avances sobre la Revisión del Anexo C.
Creo que, por ahora, lo que se impone es un baño de humildad, de sentido de ubicación, sentido de realidad, y a revisar la forma de encarar estos temas cruciales para lograr resultados que mejoren el futuro de todos los paraguayos. En gran parte, el futuro de Paraguay depende de una buena relación con nuestros vecinos. Hasta ahora, no tenemos resultados con nuestros principales vecinos. Esperamos en breve mejores noticias al respecto.
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