La investigación, liderada por la Dirección de Operaciones Urbanas de la SENAD en coordinación con el GICE, permitió detectar una estructura criminal que había perfeccionado métodos de transporte para eludir controles internacionales. Los operadores de la red reclutaban pasajeros en Asunción mediante paquetes turísticos económicos y los trasladaban en buses de larga distancia hasta Ciudad del Este. Una vez cruzaban a Foz de Iguazú, los pasajeros pernoctaban en hoteles mientras los buses eran llevados a puntos logísticos en Brasil, donde se cargaba la marihuana en compartimientos de doble fondo.
La información obtenida por los agentes especiales fue compartida con la Policía Federal de Brasil, lo que permitió interceptar el bus en la localidad de Campo Largo, en Paraná, asegurando un cargamento de 1.853 kilos de marihuana.
Meses atrás, la SENAD ya había desmantelado operaciones similares, pero esta investigación reveló la capacidad de adaptación de las redes de tráfico, que buscan métodos innovadores para burlar los controles.














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