En la oportunidad, la ministra de la Mujer, Celina Lezcano indicó “la Ruta de intervención interinstitucional para la atención integral a mujeres víctimas de violencia sexual es fruto del trabajo conjunto entre los organismos del Estado y el apoyo de la Oficina del Fondo de Población de las Naciones Unidas – UNFPA”, manifestó.
“Quiero destacar especialmente el trabajo de las y los integrantes de la Mesa Interinstitucional de Prevención de la Violencia contra la Mujer, quienes a través de mesas de trabajo, espacios de diálogo y de construcción de acuerdos básicos entre las instituciones intervinientes en los casos de violencia sexual, han demostrado el compromiso durante el proceso y hoy podemos contar con esta ruta de intervención que permite la atención integral a la mujer víctima de violencia sexual dentro de las primeras 72 horas de ocurrido, detectado o denunciado el hecho”, subrayó.
Por su parte, la Representante del UNFPA, Rocío Galiano, destacó “esta Ruta interinstitucional contribuye a prestar una atención integral, ya que a través de ella se armoniza la respuesta desde el Estado, con los roles y las instancias específicas de atención a la violencia. Es un instrumento que aporta sin duda a mejorar la respuesta a la violencia sexual y por ende a promover una vida libre de violencia a las mujeres y niñas de nuestro país”, señaló.
En la oportunidad, la representante de la Mesa Interinstitucional de Prevención de la Violencia contra la Mujer, Abogada Tania Arguello, realizó la presentación del Proceso de elaboración y validación de la Ruta, subrayando que el objetivo principal de la Ruta de intervención interinstitucional para la atención integral a mujeres víctimas de violencia sexual consiste en ofrecer atención integral a la mujer víctima de violencia sexual en forma inmediata y dentro de las primeras 72 horas de ocurrido, detectado y/o denunciado el hecho, en el marco del respeto de las normativas vigentes, y con un enfoque de derechos y no discriminación, acotó.
“Numerosos estudios muestran que el estrés postraumático que sufren las sobrevivientes de violencia sexual les genera una diversidad de trastornos que afectan su vida personal y social a lo largo del tiempo, y las hace padecer un menoscabo a su autoestima y su autonomía. Las experiencias sexuales traumáticas inciden en la práctica de sexo sin protección con múltiples compañeros, prostitución y embarazo en la adolescencia, entre otras consecuencias”, finalizó.
La violencia sexual es la acción que implica la vulneración del derecho de la mujer de decidir libremente acerca de su vida sexual a través de cualquier forma de amenaza, coacción o intimidación y para abordarla se requiere de la cooperación de diversos sectores como el de salud, educación, justicia con énfasis especialmente en la prevención, velando porque las victimas tengan acceso a los servicios, apoyo y acompañamiento adecuados para mitigar las consecuencias de este fenómeno que afecta gravemente la vida de las mujeres que han sido víctimas.














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