Filadelfia, RCC-. El combate al crimen organizado requiere de acciones rápidas y una lucha frontal por parte del gobierno, a falta de personal policial suficiente para la cantidad de habitantes del país, la solución más factible para el Gobierno de Mario Abdo Benítez, es que las Fuerzas Armadas, una institución ociosa (que está sin hacer nada), participen activamente del combate a organizaciones criminales como el Primer Comando Capital (PCC) y el Comando Vermelho.
Mañana miércoles, el Poder Ejecutivo mandará al Parlamento Nacional, el proyecto de ley que enmienda el art 173 de la Constitución Nacional.
Artículo 173 – DE LAS FUERZAS ARMADAS
Las Fuerzas Armadas de la Nación constituye una institución nacional que será organizada con carácter permanente, profesional, no deliberante, obediente, subordinada a los poderes del Estado y sujeta a las disposiciones de esta constitución y de las leyes. Su misión es la de custodiar la integridad territorial y la de defender a las autoridades legítimamente constituidas, conformes con esta Constitución y las leyes. Su organización y sus efectivos serán determinados por la ley.
Los militares en servicio activo ajustarán su desempeño a las leyes y reglamentos, y no podrán afiliarse a partido o a movimiento político alguno, ni realizar ningún tipo de actividad política.
Desde el senado, varios parlamentarios se pronunciaron a la posible enmienda y mencionaban que NO apoyaran ningún tipo de enmienda constitucional por el riesgo que esto representa, pero sí apoyaran la militarización de las fuerzas públicas para casos específicos, pero solo mediante acuerdos o convenios temporales, como ya lo hacen varias instituciones desde hace tiempo, como la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad), el Banco Nacional de Fomento, entre otros.
¿Porqué el temor a la enmienda?
Durante la dictadura militar de Alfredo Stroessner, las fuerzas armadas al igual que en todo el Cono Sur cometieron violaciones graves de los derechos humanos y fueron protagonistas de varias desapariciones forzosas de personas consideradas opositoras al régimen, su estructura estuvo ligada al Partido Colorado (en el poder desde 1947, construyendo de esta manera el triple eje: FF. AA. – Partido Colorado – Gobierno).
Tras la caída de la dictadura militar, las FF. AA. se desligaron del poder político. En 1993 asumió la presidencia un civil (Juan Carlos Wasmosy), después de décadas de gobierno militar.
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