El acto de firma se llevó a cabo con la presencia del canciller paraguayo, Rubén Ramírez; el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio; y el subsecretario de Seguridad Nacional, Troy Edgar. Rubio destacó que el acuerdo es “un punto más en lo que es una amistad y una alianza muy fuerte” entre los gobiernos y pueblos de ambos países. Señaló que el compromiso de Paraguay y Estados Unidos no se limita a la migración, sino que abarca “enormes oportunidades económicas” y futuras áreas de cooperación.
Ramírez remarcó que el memorándum refleja un “profundo compromiso” con una agenda bilateral diversificada, sustentada en principios compartidos como la democracia, los derechos humanos y el Estado de derecho. Añadió que el trabajo conjunto permitirá no solo ordenar los flujos migratorios, sino también fortalecer la seguridad y el comercio, así como promover inversiones estratégicas.
Por su parte, Edgar calificó a Paraguay como “un gran aliado” en el fortalecimiento de la seguridad fronteriza. Recordó que en el pasado el sistema de asilo estadounidense fue objeto de abusos y que este tipo de acuerdos aportan “las herramientas necesarias para aplicar procesos adecuados” que garanticen protección solo a quienes cumplan con los criterios establecidos.
De acuerdo con lo informado por la Cancillería, el documento incluye la posibilidad de que solicitantes de asilo actualmente en Estados Unidos presenten sus trámites de protección en Paraguay, lo que permitirá “compartir la carga” de la gestión migratoria y reducir la presión sobre el sistema estadounidense. El Departamento de Estado añadió que esta medida contribuirá a frenar el uso indebido de las solicitudes de asilo y a optimizar la respuesta a casos legítimos.
Con este entendimiento, Paraguay y Estados Unidos consolidan una alianza estratégica que, además de atender los desafíos migratorios, amplía el alcance de su cooperación en seguridad, comercio e inversiones, proyectando un trabajo conjunto más sólido y de largo plazo.














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