En un paso trascendental para la justicia y la protección infantil, el Gobierno del Paraguay oficializó una nueva ley que endurece las sanciones contra el abuso sexual de menores y amplía el marco legal para castigar nuevas formas de violencia. La normativa, sancionada por el Congreso Nacional y promulgada por el presidente Santiago Peña, modifica los artículos 128 y 135 del Código Penal, actualizando disposiciones que no reflejaban la gravedad de este delito.
Una de las principales novedades de esta reforma es el incremento de las penas. En casos graves, como el abuso sexual mediante coito en menores de 10 años, la pena mínima será de 15 años de prisión, pudiendo alcanzar los 30 años dependiendo de la gravedad del delito. Además, la normativa introduce sanciones más severas para otras formas de violencia y abuso, garantizando una protección integral a las víctimas.
El ministro de la Niñez y la Adolescencia, Walter Gutiérrez, subrayó la importancia de esta ley en el marco de una estrategia integral. “No se trata solo de castigar, sino de prevenir y proteger. Esta ley es un paso fundamental que complementa campañas de sensibilización y operativos en terreno, como el rescate de 160 niños y niñas en situación de riesgo este año”, explicó.
Gutiérrez también resaltó que el Gobierno sigue trabajando en enfoques preventivos y educativos que permitan reducir la incidencia de este tipo de delitos. “La promulgación de esta ley envía un mensaje claro: en Paraguay, no hay lugar para la impunidad en casos de abuso infantil. Nuestros niños y niñas son lo más preciado que tenemos, y protegerlos es nuestra prioridad”, enfatizó.
Esta legislación no solo representa un avance jurídico, sino también un compromiso social para garantizar la seguridad y dignidad de los menores en Paraguay. Con medidas como esta, el país da un paso firme en la lucha contra la violencia infantil, reafirmando que la infancia debe ser un espacio de protección y bienestar.
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