El Poder Ejecutivo ha calificado la propuesta de reforma como “largamente anhelada, profundamente necesaria y absolutamente impostergable”, señalando que su implementación representa “el inicio de una transformación estructural del sistema”. Según la ministra, el proceso parte del fortalecimiento institucional del Estado, con un Viceministerio de Transporte dotado de capacidad de rectoría y planificación, y sustentado en una gestión moderna y transparente e instó a los legisladores a estudiarla lo antes posible.
Uno de los ejes técnicos más destacados es la separación entre la provisión de flota y la operación del servicio. Esta innovación busca independizar a los operadores actuales de la adquisición de buses, permitiendo que el Estado contrate directamente la flota y la incorpore como bien público afectado al sistema. Este esquema facilitará una transición ordenada hacia tecnologías más limpias, contemplando la incorporación progresiva de unidades eléctricas y a diésel de bajas emisiones, además de inversiones en infraestructura vial complementaria.
La ministra también remarcó la necesidad de integrar tecnologías avanzadas al sistema de transporte. El proyecto prevé herramientas de monitoreo en tiempo real, integración tarifaria y sistemas de información al usuario mediante aplicaciones móviles, como Google Maps, que permitirán conocer la ubicación y los horarios de arribo de los buses. Estos elementos apuntan a una experiencia de usuario más predecible, seguro y eficiente.
Además, la propuesta contempla también incentivos para la incorporación de mujeres como conductoras, en el marco de una visión inclusiva y de mejora en la calidad del servicio prestado.
Centurión detalló que la implementación del nuevo modelo será gradual, a través de una transición técnica y normativa sostenida. Entre las primeras acciones figuran la expansión del servicio nocturno “Búho”, la puesta en marcha de un plan piloto con 30 buses eléctricos y la habilitación de plataformas digitales de información para usuarios.
Finalmente, subrayó la importancia de blindar el proceso de reforma frente a posibles retrocesos. “El transporte debe crecer con la sociedad, evolucionar con sus necesidades y mantenerse vivo”, afirmó, indicando que el objetivo central de esta ley es reemplazar un modelo obsoleto que ha provocado el éxodo de usuarios, por un sistema confiable, eficiente y orientado al ciudadano.














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