Durante una conferencia de prensa sobre el paro docente que se extendió entre ayer y hoy, Ramírez detalló que más de 38.000 maestros ya perciben salarios superiores a ocho millones de guaraníes. “Este mismo maestro hoy gana cinco millones trescientos ochenta mil; más de 38.000 ya perciben más de ocho millones. Nos alegra y nos llena de satisfacción ser el gobierno y ser el ministerio que ha apostado a la reivindicación de los docentes”, afirmó.
Sin embargo, el titular del MEC subrayó que, más allá de los salarios, el principal desafío sigue siendo mejorar la comprensión lectora y el razonamiento lógico de los estudiantes: “Siete de cada diez niños no comprenden lo que leen y nueve de cada diez no realizan razonamientos lógicos. Solo los maestros pueden cambiar esta realidad”.
Ramírez recordó que la inversión en educación ha crecido un 19% en los últimos años, y con la implementación del proyecto Hambre Cero, esta cifra aumenta al 21%, apuntando a la modernización de aulas, bibliotecas de aula y la entrega de equipos de mayor calidad. Además, enfatizó la realización de 20 concursos docentes en sus dos años de gestión, asegurando que el ingreso por mérito garantiza que los alumnos tengan maestros capacitados y competentes.
En cuanto a la educación inclusiva, el ministro explicó la creación de centros de apoyo que concentran profesionales capacitados para ayudar a familias y alumnos con necesidades especiales, así como la adecuación pedagógica basada en diagnósticos de profesionales externos. “El maestro no hace diagnóstico; hace adecuación pedagógica en base a lo que se detecta. Queremos estar cerca de los docentes, acompañándolos en su formación y aplicación en el aula”, afirmó.
Asimismo, Ramírez destacó la incorporación de psicólogos, orientadores y profesores guías, con un crecimiento proyectado de 2.500 profesionales para cubrir las necesidades del sistema educativo. También se refirió a la puesta en marcha de programas de tutoría y escuelas abiertas, con el objetivo de estimular el aprendizaje y mejorar la inclusión de los alumnos en todo el país.
El ministro insistió en que, aunque se han logrado avances significativos en salarios, infraestructura y capacitación, “estamos contentos, pero no satisfechos. Nuestro compromiso es firme: queremos que la educación de nuestros hijos sea una de las mejores del mundo”.














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