La iniciativa, que nació en 2012, busca no solo compartir el mensaje del evangelio, sino también dignificar la vida de los internos a través de actividades recreativas, atención médica, peluquería, entrega de kits de alimentos y festivales dentro de las penitenciarías. «Nosotros queremos que al menos por un día su realidad sea diferente», expresó Chávez.
El pastor enfatizó que su labor no discrimina a los internos por sus delitos, sino que se enfoca en brindarles una oportunidad de transformación. «Vemos personas que, a pesar de estar condenadas, encuentran libertad en su fe», afirmó.
Uno de los momentos más emotivos que compartió fue el testimonio de un interno que, tras recibir un abrazo durante una oración, expresó que nunca antes había sido abrazado por sus propios padres. «Esas son cosas que marcan», señaló Chávez, resaltando el impacto del acompañamiento espiritual en la reinserción social.
Cada diciembre, Libre Tras las Rejas organiza festivales masivos en distintas penitenciarías, pero su labor se extiende durante todo el año con visitas y actividades periódicas. En 2023, en la cárcel de Tacumbú, más de 1.500 internos participaron del evento, demostrando la apertura y receptividad de los reclusos ante estas iniciativas.
Además del trabajo dentro de los penales, el programa también brinda apoyo a las familias de los internos, respondiendo a una necesidad frecuente expresada por los mismos reclusos. «Nos alegra cuando podemos ayudar no solo a ellos, sino también a sus seres queridos que están afuera», añadió el pastor.
Chávez concluyó la entrevista recordando la importancia del amor y la misericordia en esta labor, enfatizando que la verdadera libertad no depende de las rejas, sino de una transformación interna.
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