El Dr. Carlos Pereira, que al momento de su designación como “intendente interino” de la comuna capitalina ocupaba el cargo de consejero del IPS, manifestó, entre otras cosas, que como interventor está obligado a administrar todos los servicios en la municipalidad.
Afirmó que, por ejemplo, hay dificultades para pagar salarios y las jubilaciones, pero que están tratando de mejorar la gestión en cuanto a las recaudaciones, facilitando el pago a los contribuyentes, junto con los 60 directores que tiene la comuna. “Una de las cosas que les he solicitado es que me hagan un inventario de funcionarios que dependen de cada uno de ellos, hasta el último operario, para que se sepa cuáles son sus responsabilidades”.
Consultado sobre si existen los tristemente célebres “planilleros”, el interventor explicó: “Justamente el objetivo es identificar cuál es la cantidad de personas que cumple una tarea específica en el municipio y cuántos no. Además, queremos establecer un “organigrama funcional” que esté más cerca de la tecnología, incorporar el control interno para ser más eficientes. Hoy existe un gran desorden”.
Al preguntársele si ese desorden comenzó con esta administración o proviene de las anteriores, respondió: “Yo no quiero hacer un juicio de valor sobre cuando comenzó a crecer. Sin embargo, a diario podemos ver que en todas las cosas tenemos déficits y desórdenes. (Hay) muchos indicadores de la falta de (una buena) gestión”.
Respecto a su relacionamiento con las organizaciones de vecinos, afirmó: “Atiendo a todas las comisiones vecinales para escuchar sus quejas y llamo al director del área para que les demos las respuestas”.
En cuanto a la situación de los jubilados municipales, admitió: “Hace más de cuatro meses no se transfiere los recursos (a la caja jubilatoria). Estamos tratando de facilitar a los contribuyentes para ponerse al día con sus impuestos y nosotros recaudar para poder cumplir con nuestras obligaciones financieras”.
EQUIPO MULTIDISCIPLINARIO
Comentó asimismo que está rodeado de un equipo especializado en cada materia: “He llevado conmigo a un equipo multidisciplinario para abordar todos estos temas. Tuve que cambiar el primer entorno de la Intendencia, porque necesito trabajar con gente de mi confianza para desarrollar mi trabajo y lograr cumplir con todos los puntos que han motivado la intervención. Están respondiendo, pero todavía no en su totalidad”.
Ante la pregunta sobre si ha recibido presiones políticas, fue categórico: “No tengo presiones políticas y no creo que me llamen a presionar”.
Respecto a las denuncias de desvío de fondos (uno de los mayores motivos de la intervención), sostuvo: “La trazabilidad de los recursos va a estar al alcance (de la gente). Todavía no contamos (con información concreta) a dónde fueron a parar. Estamos reuniendo las documentaciones para descubrir qué es lo que pasó con los bonos (por ejemplo)”.
REFORMAS PROFUNDAS
Sobre lo que hará en cuanto se cumplan los 60 días de intervención, anunció: “Voy a presentar un paquete de medidas muy profundas en cuanto a los motivos de la intervención para cambiar la administración. Una serie de recomendaciones muy puntuales que tengan que ver con reencauzar las prestaciones de servicios, sobre todo en cuanto a la automatización (digitalización)”.
Requerido si ha realizado visitas a los espacios dependientes de la comuna, expresó: “He visitado la terminal de ómnibus, que está en absoluto abandono. Los mercados de abasto y cuatro dan vergüenza. A la Policía Municipal de Tránsito (PMT) todavía no fui, pero voy a convocar a sus responsables, porque necesitamos que las calles estén más ordenadas”.
Consultado finalmente sobre sus expectativas sobre los efectos que tendrá su informe final sobre la intervención, manifestó: “No tengo ninguna expectativa. Termina mi trabajo y vuelvo a mi cargo en el IPS (como miembro del Consejo de Administración)”.














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