El Puente de la Amistad y las calles de Ciudad del Este registran un inusual movimiento de turistas y vehículos en plena temporada invernal. La dinámica comercial entre Paraguay y Brasil se intensificó en las últimas semanas debido a la marcada diferencia de precios en rubros como alimentos, indumentaria, tecnología y electrodomésticos.
Según relevamientos locales, productos básicos como carne, frutas y verduras pueden costar hasta un 70% menos del lado brasileño, mientras que en Paraguay destacan los precios competitivos de artículos electrónicos, electrodomésticos y prendas de vestir. Incluso, la gastronomía paraguaya representa un ahorro de hasta el 30% frente a los valores en guaraníes.
El fenómeno también atrae a ciudadanos argentinos provenientes de Puerto Iguazú, quienes cruzan primero hacia Foz de Iguazú y luego a Ciudad del Este para realizar compras. Este circuito comercial regional convierte a la Triple Frontera en un verdadero polo de consumo del MERCOSUR.
Autoridades de la Dirección Nacional de Ingresos Tributarios (DNIT) en Paraguay mantienen controles para evitar el ingreso de productos no autorizados, recordando que la compra máxima mensual por persona es de 300 dólares. Sin embargo, la circulación entre Paraguay y Brasil es prácticamente libre, a diferencia de la aduana argentina, que mantiene estrictos controles migratorios.
Desde la madrugada hasta la noche, largas filas de automóviles con patentes paraguayas, brasileñas y argentinas cruzan el puente internacional, reflejando que la frontera dejó de ser una división para transformarse en una gran “góndola” de compras para miles de consumidores que buscan sortear la inflación y aprovechar la diferencia de precios.














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