En conmemoración a los 214 años de la independencia nacional, el programa Salvando Vidas abordará este domingo un análisis profundo sobre la verdadera libertad del Paraguay. El invitado especial, Dr. Fernando Griffith, exministro de Culto y reconocido académico, asegura que el país ya no puede considerarse soberano en términos plenos.
«Tu pregunta es muy compleja, pero si querés una respuesta corta: no, no somos verdaderamente libres», afirmó Griffith al ser consultado por Juan Cruz Cellammare. Según explicó, la independencia tiene distintas dimensiones: financiera, económica, política y productiva. En todas ellas, el Paraguay enfrenta desafíos que ponen en jaque su autodeterminación.
Griffith denunció una creciente transferencia de poder hacia organismos multilaterales, señalando que “a las naciones se las somete con la espada o con las deudas”. Cuestionó la acumulación de poder por parte de bancos y fondos internacionales que, asegura, “tienen más dinero que los propios países” y una influencia directa en decisiones políticas y económicas.
Afirmó además que el Paraguay, lejos de ser “una isla rodeada de tierra”, como decía Roa Bastos, es “una isla rodeada de intereses”. Con recursos naturales codiciados y una ubicación estratégica, el país se convierte en objetivo de presiones externas que inciden en áreas clave como la educación, la cultura y la producción.
El exministro criticó el avance de discursos ideológicos que afectan incluso al sector productivo: “Paraguay es un campeón en sostenibilidad, en energía limpia, en siembra directa, pero no puede explotar sus recursos como el gas por influencia de ONGs y una narrativa del cambio climático usada como negocio”.
Finalmente, alertó sobre los efectos de estas imposiciones sobre el modelo de gobernanza y desarrollo nacional: “Lo que más me preocupa es el discurso falso que produce cambios en producción, educación, economía y cultura. Y esos cambios limitan nuestra libertad”.
El episodio promete generar debate en una fecha cargada de simbolismo para los paraguayos, al poner en duda cuán real es la independencia que celebramos cada 14 y 15 de mayo.














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