Peña subrayó que, más allá de las legítimas deudas sociales pendientes, la democracia ha sido el marco institucional que permitió la estabilidad, el desarrollo y el progreso. “Mientras exista un paraguayo pobre, estaremos insatisfechos; pero también debemos reconocer que la democracia ha traído prosperidad como pocas veces antes en nuestra historia, acaso comparable con la época de Don Carlos (Antonio López)”, dijo.
Uno de los hitos mencionados fue la reciente recuperación del grado de inversión, un reconocimiento financiero que, según Peña, constituye “la presea de que la democracia no solo otorga dignidad cívica, sino también dignidad económica”. Atribuyó este logro al modelo paraguayo basado en estabilidad macroeconómica, apertura comercial y responsabilidad fiscal, que hoy es citado como ejemplo en organismos multilaterales y foros internacionales.
El presidente también exhortó a “profundizar aún más” la democracia y a resistir lo que denominó como “los gemelos del mal: el populismo y la izquierda trasnochada”, a quienes acusó de no creer en la pluralidad ni en el debate democrático, sino de pretender imponer sus ideas por la fuerza. “Digámosles no: los paraguayos queremos democracia, queremos república, queremos paz”, remarcó.
Peña recordó que Paraguay ya no es noticia por golpes de Estado ni guerras civiles, sino por elecciones que son reconocidas por su transparencia. “Hoy somos conocidos por nuestra institucionalidad electoral, por nuestra madurez democrática, por nuestra capacidad de disentir en paz”, enfatizó.
El discurso cerró con una reivindicación histórica del carácter resiliente del pueblo paraguayo. Citando a estadistas como Eligio Ayala y el Mariscal José Félix Estigarribia, Peña afirmó que la nación ha sabido levantarse sin ayuda externa luego de los momentos más trágicos de su historia. “Europa tuvo el Plan Marshall; Japón, la asistencia estadounidense; Paraguay se levantó solo, sin que nadie viniera a ayudarlo”, expresó. Y concluyó: “Que todo el mundo sepa que el Paraguay es un país grande, un país glorioso, y que los paraguayos deben sentir siempre el orgullo de ser paraguayos”.














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