El boletín remitido refiere que, desde el enfoque de la oferta, las actividades económicas con mayor incidencia positiva en el comportamiento interanual han sido la construcción, gran parte de la manufactura y la ganadería. No obstante, tanto los servicios, la agricultura y la producción de energía eléctrica han mostrado resultados adversos.
Desde la perspectiva del gasto, los componentes con mayor incidencia positiva han sido el consumo público y las exportaciones netas. A su vez, el consumo privado y la formación bruta de capital fueron los componentes que aminoraron el crecimiento del trimestre.
Desde el enfoque de la producción agrícola, conforme a los últimos datos oficiales del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), la agricultura ha registrado una disminución de -3,8% con respecto al mismo trimestre de 2019 y acumuló un crecimiento de 9,1% al cierre de 2020.
El resultado observado en el trimestre ha respondido fundamentalmente a los menores niveles de producción de la soja, acompañados de otros rubros agrícolas, como el trigo y la mandioca. No obstante, estos resultados han sido parcialmente atenuados por las variaciones positivas registradas en la producción de caña de azúcar, arroz y maíz.
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