La expectativa y la esperanza es grande en las comunidades, ya que la liberación podría darse antes de Navidad.
Pese a que anoche la comisión vecinal de Pelopincho aseguró que no aceptaría los víveres por considerar que ello supone colaborar con la “extorsión” del EPP, hoy una multitud de vecinos del barrio se agolparon frente al camión de doble tracción para recibir los sacos de alimentos, lo que obligó a que agentes antimotines de la Policía Nacional enfundados con cascos y escudos establecieran un cordón para que el reparto transcurriera en orden.
Los alimentos consistían en bolsas de 40 kilos con arroz, azúcar, pasta, aceite, harina, galletas y cebollas, suficientes para alimentar a una familia durante un mes, dijo uno de los menonitas.