De acuerdo con lo señalado por el titular de Salud Pública, Dr. Julio Mazzoleni, existe un par de indicaciones concretas para el uso del cannabis medicinal, y otras que están en estudio. Por ejemplo, puede ser empleado para epilepsias refractarias, que no responden a los tratamientos convencionales. También hay otros usos, como el dolor crónico. Igualmente, se está estudiando –aunque con alguna controversia- la posibilidad de descontinuar opioides (de la familia de la morfina) y reemplazarlos por productos derivados del cannabis.
Mazzoleni afirmó que existe un importante avance en la citada reglamentación, teniendo en cuenta que todas las instituciones ya elaboraron presupuesto y protocolos de control y seguridad, y que se están culminando los requisitos a los que deben adaptarse las empresas que pretendan obtener la licencia.
“Esencialmente, estamos definiendo los criterios con los cuales se van a otorgar las licencias. Recordemos que, en principio, la Ley y el Decreto posterior establecen un número de cinco licencias en base a un trabajo técnico previo que se ha hecho, y también de la capacidad de monitoreo de estos lugares donde se haría la producción”, sostuvo el ministro, remarcando que se trata de productos exclusivamente medicinales derivados del cannabis.
Al respecto, el Ministro de la Secretaría Nacional Antidrogas (SENAD), Arnaldo Giuzzio, señaló que se debe garantizar que la producción y su cosecha posterior sea en un ambiente controlado y que permita el acceso de las autoridades de seguridad.
Detalló que está estipulado entregar licencias a cinco empresas, que pueden producir hasta cinco hectáreas, lo que eventualmente podría aumentar a diez.
Solamente las empresas que tengan la licencia pueden producir, en Asunción y el departamento Central, de acuerdo con lo referido por el titular de la SENAD.
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