Al respecto, y ante la pregunta de si el Paraguay puede considerarse un país realmente “libre, soberano e independiente, el Dr. Fernando Griffith, manifestó enfáticamente el domingo último, en el programa dela RCC “Salvando Vidas”: “No, por varios motivos”. El exministro de Culto explicó que la independencia se manifiesta en diferentes esferas, como la financiera, económica, productiva y política. “En todas estas áreas el país enfrenta luchas constantes”, alertó.
Agregó que en el plano político hay una “clara transferencia de poder” hacia organismos multilaterales. “A las naciones se las somete solo de dos formas: con la espada y con las deudas”, sostuvo. “Está todo bien, yo te refinancio tu deuda, pero esto (leyes, muchas de las cuales van en directa colisión con nuestra Carta Magna) vas a aprobar”. Dijo que hoy existe una concentración de poder a nivel internacional, donde los bancos y fondos de inversión poseen más capital que muchos países y, con ello, mayor influencia.
“El paraguayo cree todavía, muy inocentemente, que somos una isla rodeada de tierra. Pero en realidad, Paraguay es una isla rodeada de intereses”, explicó Griffith. “Somos pocos, sí, pero no pequeños. Paraguay está lleno de recursos, y ahora con la Ruta Bioceánica y la Hidrovía, hay demasiados intereses sobre el país, tanto geopolíticos como culturales y educativos”, alertó.
En cuanto al endeudamiento externo, Griffith señaló que no es necesariamente malo, siempre y cuando pueda pagarse. El problema surge cuando eso ya no es posible. “Ahí empiezan los intercambios”, advirtió.
PELIGRO IDEOLÓGICO
En cuanto al plano productivo, resaltó que Paraguay siempre vivió de la agricultura, la ganadería, pero hoy se enfrenta a un peligro ideológico. “Antes se hablaba de agroquímicos, ahora se habla de agrotóxicos, sin fundamentos científicos”, aclaró. Sin embargo, -añadió- Paraguay es líder en sostenibilidad: produce más eficientemente que Alemania, es campeón en energía limpia y número uno en siembra directa, un sistema beneficioso para el suelo. Además, conserva el 60% de sus bosques originales.
Afirmó que pese a ello, (nuevas) fuerzas externas impiden el desarrollo pleno de nuestro país. “Paraguay no puede explotar su gas por influencia geopolítica”, denunció Griffith. “La presión de ciertas ONGs, con un discurso alarmista, impide el aprovechamiento de recursos esenciales bajo el pretexto de que el cambio climático es causado por el ser humano”, lamentó. En su opinión, este discurso es absurdo y es parte de un “negocio” que beneficia a pocos y empobrece a muchos.
Advirtió igualmente que lo que más le preocupa es el discurso, la narrativa falsa, que produce cambios en la gobernanza (del país), en la producción, en la educación y en la economía”. Subrayó que, mientras persistan estas influencias y narrativas impuestas desde el exterior, la independencia real del Paraguay seguirá siendo una “promesa inconclusa”.














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