Las tareas de construcción de la Ruta Nacional PY17, oficialmente denominada “Niños Mártires de Acosta Ñu”, muestran avances sostenidos en distintos frentes de obra. El trazado, que atraviesa Pedro Juan Caballero, Zanja Pyta, Capitán Bado, Itanará e Ypejhú, es considerado estratégico para el norte del país, no solo por la mejora en la movilidad, sino también por su papel en la integración económica y social de la región.
El proyecto contempla 221 kilómetros de pavimento asfáltico, divididos en cuatro lotes y financiados con recursos de Fonplata por un monto de USD 220 millones. Abarca además la construcción de travesías urbanas, circunvalaciones, puestos de peaje y pesaje, así como un sistema de mantenimiento por niveles de servicio durante los cinco años posteriores a su conclusión.
En el Lote 4, a cargo del Consorcio Soberano, se destaca la producción de piedra triturada en cantera y los trabajos de desbroce, terraplén y colocación de alcantarillas en varios tramos, con una inversión de G. 327.452 millones.
El Lote 1, adjudicado al Consorcio TC, avanza con el montaje del campamento y las primeras intervenciones de movimiento de suelo, desmonte ligero y preparación para alcantarillas, con un contrato de G. 391.554 millones.
En el Lote 2, operado por el Consorcio TEC, el campamento registra un 80% de instalación, mientras se realizan labores de despeje y limpieza en la franja de dominio. El valor contractual asciende a G. 349.929 millones.
Por su parte, el Lote 3, a cargo de Calzada Construcciones, alcanza un 40% de avance en campamento y ya ejecuta la colocación de alcantarillas en los kilómetros 172 al 173,3. La inversión en este tramo es de G. 384.595 millones.
La futura vía, conocida previamente como “Ruta de la Soberanía”, discurrirá paralela a la línea fronteriza con Brasil, respetando los hitos internacionales y consolidando un corredor de integración en el noreste del país.
Según el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), una vez terminada, la ruta reducirá tiempos de viaje, facilitará el transporte de mercancías y fortalecerá el comercio regional. En términos contractuales, la obra tiene un plazo de 90 meses, que incluyen seis meses de revisión de diseño, 24 de construcción y cinco años de mantenimiento.
Con este proyecto, el Gobierno apunta a mejorar la conectividad de Amambay y Canindeyú, beneficiando de forma directa a unas 150.000 personas y dinamizando la economía de los departamentos vecinos














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