En esta guerra, Paraguay se enfrentó a una coalición formada por Brasil, Argentina y Uruguay, que buscaban debilitar el poder económico y político del país guaraní, que había logrado un notable desarrollo bajo el gobierno de Carlos Antonio López y su hijo Francisco Solano López.
La guerra se inició con la invasión paraguaya al territorio brasileño de Mato Grosso, en respuesta a la intervención de Brasil en la guerra civil uruguaya. Paraguay también declaró la guerra a Argentina, que le negó el paso por su territorio para atacar a Brasil.
La guerra se prolongó por seis años, en los que Paraguay resistió heroicamente el avance de los aliados, que contaban con una superioridad numérica y material abrumadora. Paraguay tuvo que movilizar a toda su población, incluyendo niños, mujeres y ancianos, para defender su soberanía.
El 1 de marzo de 1870, se produjo la batalla de Cerro Corá, donde murió el mariscal Francisco Solano López, el último presidente de la República del Paraguay. Con su muerte, se puso fin a la guerra, que dejó un saldo devastador para Paraguay: más del 60% de su población fue exterminada, y perdió gran parte de su territorio, que fue anexado por Brasil y Argentina.
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