En la marcha pacífica participaron el presidente del Congreso, Luis Galarreta, religiosos católicos y evangélicos, políticos, padres de familia con sus pequeños hijos, agrupaciones provida y colegios privados vinculados con la iglesia.
Banderolas con el lema “Unidos por la vida”, grupos musicales y batucadas marcaron esta marcha anual, que en 2017 fue suspendida por la iglesia católica, en solidaridad con el centenar de víctimas por las inundaciones en Perú.
“No es una celebración contra nadie, es una celebración a favor de la vida”, dijo el arzobispo de Lima, Juan Luis Cipriani, primer cardenal del Opus Dei en América Latina. El evento se ha convertido, desde 2012, en una de las mayores concentraciones públicas del Perú y en una plataforma político social para rechazar cualquier iniciativa a favor de despenalizar el aborto.
Fuente: AFP.













