En medio de esta crisis, este jueves Rusia aseguró que la bandera del régimen sirio ondeaba en Duma, último bastión rebelde, lo que supone la conquista total de Guta Oriental, región al este de Damasco.
Al mismo tiempo, los últimos rebeldes de Duma entregaron sus armas pesadas mientras que su jefe dejó la zona en dirección al norte del país, indicó el jueves el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH).
Horas antes, el presidente de Estados Unidos Donald Trump, había advertido que «los misiles llegarán» en respuesta al supuesto ataque químico en Siria.
La portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, dijo que Trump cree que Rusia y Siria son «responsables» del «ataque químico» ocurrido el sábado en la localidad de Duma.
Pero Sanders aclaró que todavía continúan las discusiones sobre una posible acción militar estadounidense. «Todas las opciones están sobre a mesa, y la decisión final no ha sido adoptada», dijo.
El Ejército ruso afirma que el presunto ataque químico fue una «puesta en escena» de los Cascos Blancos, la organización de socorristas sirios, primera en denunciar el ataque.













