Lamia K. tiene 50 años, es de origen marroquí y vivía en Mannheim antes de emigrar con su hija a Siria para unirse a las filas del grupo terrorista. Fue acusada de proveer «apoyo logístico» y «ayuda para cometer crímenes», y será la primera mujer ciudadana europea en ser ejecutada en el país.
«La acusada reconoció durante los interrogatorios que había viajado de Alemania a Siria y luego a Irak para integrarse al ISIS, con su hija que se casó con un miembro de la organización terrorista», agregó el portavoz del tribunal.
En septiembre, el mismo tribunal había condenado a muerte a un yihadista ruso detenido en Mosul, una ciudad del norte de Irak liberada en junio pasado.
Fuente: Infobae