Las mujeres representan la mayoría del electorado en Brasil y su voto se ha convertido en un elemento clave para los candidatos, especialmente para el ultraderechista Jair Bolsonaro, líder en los sondeos y quien tiene el mayor apoyo en general pero también un fuerte rechazo entre la población femenina.
Al frente de las encuestas con un 26% de intención de voto, el capitán de la reserva, convaleciente en el hospital tras ser apuñalado en un acto de campaña, ha sido duramente criticado por sus rivales debido a sus polémicas declaraciones, algunas de ellas de tinte machista.
“Las mujeres tienen ideologías diferentes pero un objetivo único: Bolsonaro. No se ven representadas en los candidatos, pero tampoco quieren dejar que gane un candidato que supone una afrenta a los derechos de las mujeres”, explicóHannah Maruci Aflalo, doctora en Ciencias Políticas de la Universidad de São Paulo (USP).
No obstante, de acuerdo con el último sondeo Datafolha, el 18% votaría por él, un punto porcentual más que en la anterior encuesta, frente al 13% que lo harían por el laborista Ciro Gomes o el izquierdista Fernando Haddad, sustituto de Luiz Inácio Lula da Silva, ambos empatados en segundo lugar.
Tan sólo el 10% de las mujeres votaría a Alckmin, quien tiene un rechazo del 21% en esa parcela de la población, la mitad que el candidato de ultraderecha.
En un terreno político dominado por el género masculino, la ecologista Marina Silva, quinta en las encuestas (8%), no acaba de convencer al electorado femenino. El apoyo que recibe de las mujeres ha caído diez puntos porcentuales desde agosto y se sitúa en el 9%, mientras que un 30% no votaría nunca en ella.
Consciente de la necesidad de conquistar la simpatía de esta parcela de la población, que representa 77,3 millones de electores habilitados, Silva apeló al voto femenino en su primer mensaje de campaña en televisión.
