El comunicado fue divulgado a través de la plataforma «Truth Social», donde Trump expresó su orgullo ante lo que califica como “un GRAN día para el mundo árabe y musulmán, Israel, las naciones vecinas y los Estados Unidos”. Agradeció especialmente el rol mediador de Qatar, Egipto y Turquía, que, según él, hicieron posible este “evento histórico y sin precedentes”. “¡BENDITOS SEAN LOS PACIFICADORES!”, exclamó
No obstante, analistas subrayan que todavía quedan grietas por rellenar: aunque se habla del “repliegue de tropas”, los detalles de cuándo, cuánto y cómo se ejecutará ese retiro no han sido completamente revelados.
De acuerdo con las declaraciones oficiales, la Primera Fase del Plan contiene las siguientes condiciones: Liberación de todos los rehenes: Trump sostiene que esta será “casi inmediata”. Repliegue de tropas israelíes hacia una línea previamente acordada. Intercambio de prisioneros entre Israel y Hamas. Cese temporal de hostilidades para permitir el paso humanitario y la reconstrucción de zonas afectadas.
Hamas, por su parte, confirmó que aceptó el acuerdo, pero enfatizó la necesidad de que Israel cumpla íntegramente las condiciones pactadas. Israel, a través del primer ministro Benjamin Netanyahu, celebró lo que calificó como un “gran día” y prometió someter el acuerdo a la aprobación de su gabinete.
Sin embargo, su coalición política, especialmente sectores más duros, podría resistir algunos puntos clave del acuerdo. Hamas hizo hincapié en la implementación completa, recordando que la confianza se mide en hechos concretos, no solo en firmas.
Los familiares de los rehenes reaccionaron con cautela: ven la posibilidad de un alivio, pero exigen certeza, presión para ejecución rápida y transparencia en cada fase. El papel de Qatar, Egipto y Turquía ha sido destacado como mediador clave durante las negociaciones. Su credibilidad será puesta a prueba ahora más que nunca.














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