La normativa tiene como objetivo principal proteger la flora, la fauna y los ecosistemas, así como garantizar una visita segura y responsable para todas las personas que ingresan a estas áreas naturales.
Entre las principales prohibiciones se encuentran: matar, dañar o molestar a los animales silvestres; destruir nidos, guaridas o plantas; extraer materiales vivos o muertos sin autorización; consumir o comercializar bebidas alcohólicas o drogas; realizar actividades comerciales sin permiso; ingresar con animales domésticos; y desarrollar actividades productivas como agricultura, ganadería o minería sin autorización expresa.
Asimismo, está prohibido arrojar residuos de cualquier tipo, ingresar con armas, materiales explosivos o inflamables, utilizar elementos sonoros que perturben el ambiente natural, realizar fogatas o campamentos fuera de los sitios habilitados, efectuar construcciones sin permiso y utilizar las áreas protegidas para fines distintos a los autorizados.
El MADES también recuerda que es obligatorio registrarse en los puestos de control antes de ingresar, respetar la señalización y las indicaciones de los guardaparques, y no acceder a senderos o zonas de alta dificultad sin acompañamiento autorizado cuando así lo indiquen las normas.
En cuanto a las visitas grupales, se informa que los grupos mayores a 15 personas deben contar previamente con una notificación de visita emitida por la Dirección de Áreas Silvestres Protegidas. Además, cada visitante es responsable del cuidado de sus objetos personales y de cualquier incidente o accidente que pudiera ocurrir por no respetar las normas establecidas.
Desde el MADES instan a la ciudadanía a disfrutar de las Áreas Silvestres Protegidas con responsabilidad, contribuyendo a su conservación y al cuidado del patrimonio natural del Paraguay.














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