Filadelfia,RCC. – El empresario franco-brasileño, que este sábado cumplirá 65 años, salió pasadas las 16.00 hs. cuando cierra al público la recepción del correccional del barrio tokiota de Kosuge al que fue trasladado tras su arresto el 19 de noviembre de 2018.
Poco antes de la «escapada», su esposa, Carole Ghosn, y una de sus hijas llegaban a la institución penitenciaria para el que sería su primer encuentro con el directivo desde su detención.
La salida de Ghosn pasó inadvertida ante los más de 200 periodistas concentrados frente al centro, algunos desde el martes, cuando el Tribunal de Distrito de Tokio aprobó su libertad, y sólo el fuerte dispositivo de seguridad que lo rodeaba levantó sospechas.
El empresario subió a una pequeña camioneta gris que estaba aparcada en la puerta, con una escalera de trabajo en el techo, mientras las cámaras intentaban captar el momento en medio de una gran confusión porque no se podía confirmar si se trataba de Ghosn.
La excarcelación de Ghosn se produjo unas tres horas después de abonarse los 1.000 millones de yenes (7,9 millones de euros u 8,9 millones de dólares) de su fianza, que le permiten salir de prisión tras más de tres meses bajo unas estrictas medidas de vigilancia.
Entre los requerimientos del tribunal, Ghosn pondrá su pasaporte a disposición de sus abogados y no podrá salir de Japón, deberá instalar una cámara de seguridad en la entrada de su residencia, sus comunicaciones por teléfono estarán restringidas y sólo podrá usar un ordenador en la oficina de sus letrados entre semana.
Para el también expresidente de Renault y de Mitsubishi a la tercera fue la vencida. El tribunal había denegado las dos peticiones previas presentadas por su anterior letrado, Motonari Ohtsuru, argumentando una posible huida o destrucción de pruebas.
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