Fue un culto donde la Gloria de Dios se manifestó de una manera extraordinariamente poderosa y más de 3000 personas se unieron dando cumplimiento profético a la oración de Jesús en Juan 17
“Para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste. La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno”. (Juan 17:21-22).
Según relata el Pastor Moisés de Prada quien llevó el mensaje de fe y esperanza, la actividad del Camilo fue excepcional, donde la prioridad fue exaltar a Dios y glorificar su nombre. “Miles de personas asistieron de más de 20 denominaciones, el regocijo de los cristianos sobresalía” expresó.
El encuentro entre pastores y laicos se recibió con un abrazo caluroso, con sonrisas genuinas, aplausos y gritos de júbilo. También contaron con un tiempo de alabanzas que caracterizó dicho acto. La ciudad se engalanó pues al salir el pueblo al parque Vidal lo hacían con satisfacción y gozo.
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