Dios nos ha dado un gran llamado y nos ha entregado el privilegio de servir y guiar niños y jóvenes. Es un gozo compartir la Palabra de Dios con ellos y es de gran bendición cuando estamos preparados para ese día. Sin embargo, puede ser que hayamos perdido el entusiasmo o la energía y estamos buscando cambiar en algo la forma como nos preparamos.
Eche un vistazo a estas 3 maneras en que puede prepararse de forma diferente para tener un mayor impacto en el Ministerio Infantil y Juvenil
Conozca su lección de memoria
El primer paso en la preparación para servir en la escuela dominical es leer su lección. Pero le retamos a que la léa una y otra vez… ¡y otra vez! Sin darse cuenta, sabrá su lección de memoria y esto hará una gran diferencia en la forma como la presenta a su grupo.
Conocerla de memoria significa que la ha aprendido y puede guiar sin mirar sus notas en cada paso. Podrá concentrarse en sus alumnos, tener un mayor impacto en sus vidas, ver cuándo alguno necesita atención adicional y ser capaz de identificar qué partes de la lección tienen el mayor impacto.
Algunos consejos para la lectura y preparación:
- Lea completamente su lección al menos 2 veces.
- Lea la Escritura bíblica que se correlaciona con la lección. Si puede, lea el libro completo, o lea los capítulos circundantes.
- Resalte las palabras clave en la lección y en la Escritura que desea ayudar a que el grupo recuerde.
- Escriba notas al margen de su lección para cada idea que tenga, eso le ayudará a recordar todo lo que quiera decir y hacer durante su presentación.
- Escriba en hoja aparte su propio esquema para la clase, esto consolidará en su mente todo lo que desea lograr.
- Lea de nuevo toda la lección y el pasaje. ¡Lo verá con nuevos ojos ahora que lo ha trabajado y memorizado!
- Llegue temprano y prepare TODO
¿Se está dando suficiente tiempo para sentirse preparado? Desafíese llegar antes y ver cómo Dios bendice sus esfuerzos.
Esto es lo que puede hacer cuando llega temprano:
- Prepare una lista previa de todo lo que necesita y revíselo.
- Coloque accesorios, materiales, papeles, sillas, mesas o cualquier otra cosa que tenga para su lección.
- Escriba notas a los padres. Aliéntelos y comparta cómo ve a Dios trabajando en en la vida de sus hijos.
- Ore por su grupo, sus padres y la lección pidiendo la bendición del Señor.
- Deje tiempo para que Dios le muestre cómo puede hacer de esa jornada una bendición para el grupo.
- Llegar temprano y preparar todo le dará tiempo para concentrarse en las cosas importantes; ¡Su grupo! Salúdelos con una sonrisa, déjelos hablar sobre sus vidas, pregúnteles qué piensan de la lección, juegue con ellos, ore con ellos y hágales saber que está emocionado de verlos nuevamente la próxima semana.
Plan de sorpresas
¡Todos aman una buena sorpresa, especialmente los niños y jóvenes! Los mantiene curiosos y comprometidos, pueden ser grandes y elaboradas, o pequeñas y simples. Pueden complementar su lección o tener un impacto que lo ayudará a dirigirlos a Cristo. Cuando se divierte con su clase gana su confianza. Y cuando gane su confianza, le escucharán cuando comparta el Evangelio con ellos.
Aquí hay algunas ideas para sorprender al grupo:
• Lleve un narrador invitado
• Presente una nueva canción
• Haga todo su programa a la inversa
• Jugar un juego
• Traer un regalo
• Configure su aula de manera diferente
• Haga que los participantes dirijan partes de la lección.
• Presente una parodia.
Lo alentamos a que haga su propia lista de sorpresas adaptadas a su ministerio. Ore al Señor para que le revele ideas y luego trate de imaginar que captaría su interés. ¡Oramos que estas 3 nuevas formas de preparación reaviven su pasión por su ministerio y genere un mayor impacto en la vida de los niños y jóvenes en su comunidad!
OneHope Avivemos
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